Un balance de la Cumbre del clima en Durban. En la cumbre
del clima de Durban dos han sido los temas centrales: el futuro del Protocolo
de Kioto, que concluye en 2012, y la capacidad para establecer mecanismos en la
reducción de emisiones; y la puesta en marcha del Fondo Verde para el Clima,
aprobado en la anterior cumbre de Cancún, con el objetivo teórico de apoyar a
los países pobres en la mitigación y la adaptación al cambio climático.
Entorno al Fondo Verde para el Clima, si en un primer
momento los países ricos se comprometieron a aportar 30 mil millones de dólares
en 2012 y 100 mil millones anuales para 2020, cifras que de todos modos se
consideran insuficientes, la procedencia de estos fondos públicos ha quedado
por determinar mientras se abren las puertas a la inversión privada y a la
gestión del Banco Mundial. Como han señalado organizaciones sociales se trata
de una estrategia para “convertir el Fondo Verde para el Clima en un Fondo Empresarial
Codicioso”. Una vez más se pretende hacer negocio con el clima y la
contaminación medioambiental.
Otro ejemplo de esta mercantilización del clima ha sido el
aval de la ONU a la captura y almacenamiento de CO2 como Mecanismo de
Desarrollo Limpio, que no pretende reducir las emisiones y que agudizaría la
crisis ambiental, especialmente en los países del Sur candidatos a futuros
cementerios de CO2.
El movimiento por la justicia climática señala como, frente
a la mercantilización de la naturaleza y los bienes comunes, es necesario
anteponer nuestras vidas y el planeta. El capitalismo se ha demostrado incapaz
de dar respuesta al callejón sin salida al que su lógica productivista,
cortoplacista y depredadora nos ha conducido. Si no queremos que el clima cambie
hay que cambiar radicalmente este sistema. Pero los resultados de Durban
apuntan en otra dirección. El reconocido activista ecologista nigeriano Nnimmo
Bassey lo dejaba bien claro con estas palabras: “Esta cumbre ha amplificado el
apartheid climático, donde el 1% más rico del mundo ha decidido que es
aceptable sacrificar al 99% restante”.
Organización Meteorológica Mundial: “Es necesaria una acción
urgente para evitar los peores escenarios del cambio climático en las próximas
décadas”.
En el período 2000-2010, ni un solo país de los 189
controlados por la OMM ha presentado promedios más fríos que su referencia
climatológica, y para el 95% de ellos ha sido la década más caliente. Durante
estos años el 40% de países superaron sus temperaturas máximas anteriores,
mientras que en la década de los 90 esto sólo ocurrió en un 15% de países y en
la de los 80 en el 10%. Asimismo, los países que han informado de récords en
sus temperaturas mínimas son muchos menos que los que lo habían hecho en
décadas anteriores

Los análisis térmicos presentados por la OMM se basan en la
comparación de los tres conjuntos de datos confiables tradicionales, a saber,
los del Hadley Center (Gran Bretaña), y los de la National Oceanic and
Atmospheric Administration y el Instituto Goddard de la NASA, ambos de los
Estados Unidos. Recordemos finalmente que los años meteorológicos no
transcurren de enero a diciembre, sino de diciembre a noviembre, razón por la
cual la OMM ha podido presentar los datos hoy.
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